Horas le quedan al verano...
Su vida ya no se cuenta por días...
Y todo ha sido un sueño...
Espejismos de soles
llenan noches de insomnio...
Todo el silencio
cabe en las manos de un niño...
Pero se duerme, acunado
por un laúd de nieve...
Mariposas nocturnas
hablan sin palabras
Sabía bien cuál era
el eco de tus pasos...
Apasionados días fueron humo,
y sólo una débil
gasa de viento cálido...
Las horas de la luz
se acercan lentamente...
¡Ay, del que no guarde
un fragmento de estío
junto a su corazón...!
(Textos: coco malo.
Imágenes: mirarlook/cuevadelcoco).
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