Ninguna de las dos cosas...
Ni verdad.
Ni transparencia.
Y siempre nos quedamos con la sensación
de que no lo dicen todo...
De que algo se callan...
El Sr. Rajoy, con su política farisaica,
de sonrisas por delante
y puñaladas traperas por detrás,
nos tiene hartos, hartísimos...
¿Se ha entrevistado con el Sr. Rubalcaba?
¿Ha mantenido conversaciones con el Sr. Mas,
aparte del teatro montado últimamente por ambos?
¿Sabe ya si hay rescate?
¿Sabe las condiciones del rescate?
Y, lo que es más grave...,
¿quién sufrira el rescate?
¡Qué panorama...!
Mire, D. Mariano...
Torno a decirle lo que le sugerí hace unos días:
Vuélvase a su despachito de Registrador de la Propiedad,
tómose el café de las 11 con sus colegas,
y olvídese del país,
antes de que termine de destrozarlo...
Y YA NO LE SUGIERO QUE DIMITA....
Y YA NO LE PIDO QUE DIMITA....
¡¡¡EXIJO SU DIMISIÓN!!!
No sé qué pasará después,
pero, creo sinceramente,
que las cosas no podrán ir peor de lo que van.
Usted no tiene talla, ni carisma, ni siquiera
empatiza con la ciudadanía...
Y eso es porque no se ha mantenido
ni medianamente,
fiel a sus principios...
Que durante la campaña,
bien se le llenaba la boca de buenas palabras...,
que se las ha llevado el viento...
Es usted un político al uso...
Hablar para mentir...
Eso sí, muchas palabras...
Palabras...
"Verba volat,
scripta manet..."
O lo que es lo mismo,
que ya no creemos en usted, porque,
cuanto dice,
todo cuanto dice,
se lo llevan los otoñales y fríos vendavales...
¡¡¡DIMISIÓN!!!
¡¡¡DIMISIÓN!!!
¡¡¡DIMISIÓN!!!
(Imagen: "Ocaso otoñal".
mirarlook/cuevadelcoco).
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