Este país es así...
Sólo los mediocres llegan a alguna parte.
Los hombres y mujeres brillantes, con ingenio, con ideas..., son arrojados a la cuneta.
No se soporta que alguien destaque.
La mediocridad, asociada con la envidia.
Malas compañías, la verdad.
Hemos tenido políticos excelentes, cuyo partido los ha repudiado, sólo por el hecho de valer más que la mayoría.
Recuerdo al Sr. Morán, Ministro de Exteriores: Defenestrado.
Sr. Punset, Ministro de Exteriores: Defenestrado, y eso que fue el artífice del ingreso de España en la Comunidad Europea. Habla tres idiomas, además del español, y SABE.
Sr. Solana: Terminó dirigiendo la OTAN en Europa, porque, allende los Pirineos, era apreciado. Sin embargo, aquí, defenestrado por su partido.
Sr. Pizarro: No he sabido nada más de él. Presentado como "peso pesado" en las elecciones de 2008, en esta ocasión, D. Mariano Rajoy, sabiendo que tenía ya el poder en las manos, ha prescindido de él. Por ser un hombre brillante, capaz de salir de cualquier situación.
Y, a pesar de todo, D. Alfonso Guerra, también fue defenestrado. ¿Por qué? Porque siempre se comportó sin salirse de tono, al revés que su ex-amigo D. Felipe González. Y sin hacer los payasadas de éste, que fueron muchas e innecesarias.
Y no digamos ya a niveles autonómicos...
No pararía de contar...
Y es que, repito, aquí, en este país, todo lo que brilla, es eliminado de forma automática.
¡Qué pena!
Sí, es una pena que la mediocridad llene las filas de los partidos políticos...
Incluído el que gobierna...
No iba a ser una excepción...
Y así nos va...
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