Nueva carta desde el desencanto...

¡Buenos días, D. Mariano...!
Tal como le anuncié previamente, aquí tiene usted una epístola desencantada, a ver si surte efecto...
Mire, Sr. Presidente...
No me gustó nada, ni dijo nada a su favor, el hecho de que en su primera comparecencia en la Cámara Baja, usted no dejara de lamentarse por la herencia recibida...
Y durante todo el tiempo que le correspondió, no hizo usted sino elaborar una monografía sobre la dichosa herencia...
¿Ya se siente falto de ideas...?
¡Pues sí que comenzamos bien..!
No es un buen síntoma, Sr. Rajoy, que dé vueltas a un círculo vicioso y viciado, actitud que no sirve para nada, ni proporciona ninguna solución.
Si ha recibido una España en crisis, deficitaria, y con un índice de desempleo que pone los pelos de punta, no se lamente, porque ya lo sabía...
¡San aguantarse...!
Y hablando de déficit, es otra de sus obsesiones...
Eche una ojeada, no a los ojos soñadores de doña Ángela, sino el resto de la Unión Europea...
También tienen déficit...
Pero no por ello se desesperan, ni ponen al país en la tesitura de echarse a la calle con ánimo de llevarse por delante lo primero que encuentren...
Usted, claro está, ha tomado la vía fácil: Recortes generosos y generosa subida de impuestos...
Olvídese del déficit, y tome otros derroteros..., si se siente capaz.
Verá usted...
Las aportaciones económicas que nos llegan del Banco Central Europeo, se estánn utilizando, no para hacer una transfusión a nuestra maltrecha economía, sino sólo para tapar agujeros...
Cuando no es la Banca de aquí, quien se aferra a la ubre, y no la suelta, porque es insaciable...
Y las aportaciones, van a parar, no al ciudadano con ánimos emprendedores, sino a las arcas de la puñetera Banca...
Nunca ha mencionado usted la posibilidad de crear una banca estatal, que reparta de manera consecuente el capital recibido, las ayudas de la UE...
Porque usted, D. Mariano, parece que tiene un sacrosanto respeto, (¿miedo acaso...?), a nuestros banqueros...
Ande, que no muerden...
Y si van a morder, adelántese, afile sus colmillos, y déles una buena dentellada, antes de que puedan reaccionar...
Y si es necesaria una política intervencionista, pues...¡bendita sea...!
Por otra parte, no haga usted como sus oponentes, cuando tenían la sartén por el mango, vulgo cuando gobernaban: Olvidarse de que la pequeña y mediana empresa son la columna vertebral de la economía del país...
Y ya se ve, bien a las claras, que lo está olvidando...
Mal, muy mal...
Si se carga los cimientos económicos, el edificio de la economía nacional se irá a hacer puñetas...
Y camino lleva..., a menos que usted le ponga remedio...
En vez de cargas cada vez más onerosas, libere a las "pymes" de presiones...
Por ejemplo, exonérelas de obligaciones con la Seguridad Social, cuando deseen hacer nuevas contrataciones... Es preferible que una empresa no aporte nada al estado durante un tiempo, y que un trabajador o trabajadores esté en activo, lógica forma de reactivación, a que los empresarios cuelguen el cartel de "cerrado", por no poder afrontar la presión...
Usted se ahorraría el pago de abundantes prestaciones por desempleo, y las pequeñas y medianas empresas, seguirían adelante...
Pero, claro..., usted se deja llevar por ciertos cantos de sirenas..., y así le irá...
Y también sería bueno, que se olvidara de la Uniónn Europea, y fuera a buscarse la vida más allá, como bien ha hecho Mr. Obama, quien está creando 270.000 puestos de trabajo al mes...
Puestos de trabajo serios y seguros, no de baratillo, ni de estación veraniega...
Usted verá...
Comienzo a pensar en que nos hemos equivocado con usted...
Comienzo a pensar que teemos los mismos perros con collares distintos...
Y de vez en cuando, cuando un perro se pone terco, se le pone a pan y agua, además de un buen cañazo entre ceja y ceja...
Nos vamos a echar a la calle, sépalo, nos vamos a echar a la calle cuando menos se lo piense...
Y no es ninguna amenaza...
Está cantado que va a suceder...
Como también está cantado que usted se va a quedar sin trabajo antes de la nochebuena...
Siga así, siga...
Desencantado estoy, y desencantados estamos todos...
No nos llore, y actúe...
Pero, hágalo con sensatez...
Que antes de hacer, piense en lo que puede quedar deshecho...
D. Mariano, en sus manos tiene la posibilidad de pasar a la historia como un buen presidente...
Depende de usted...
De momento, estamos desencantados, se lo vuelvo a repetir, muy desencantados...
Le deseo un buen día..., sí..., porque, a pesar de todo, hay que mantener las buenas formas...