Allá por el otoño del 69...,(¡buenoooooo...!), Televisión Española, a través de su primera cadena, ofreció una serie de episodios de Charlie Brown...
Solía aparecer en la pequeña pantalla entre las siete y las ocho dela tarde...
Y, la verdad, me gustaban tanto las peripecias del pequeño "Carlitos", como lo llamábamos en España, que no
me perdía ningún nuevo capítulo...
Charlie Brown, un niño que conmovía...
Que tocaba las fibras sensibles del pensamiento, de forma que, a veces, casi, casi, asomaba una lagrimita...
Creo que todos estábamos identificados con él...
Un niño pequeño, en un mundo pequeño, dentro de un mundo inmenso...
Tenía algo de melancólico...
Le gustaba el sol, el buen tiempo, dejar pasar las horas sumido en sus meditaciones...
Quería vivir en paz y a su aire...
Por eso me gustaba...
¡1969...!
La guerra de Vietnam en todos los telediarios...
España salía adelante...
Y vivíamos, sí, vivíamos...
Con sencillez, eso sí...
Carlitos y Snoopy, eran una tregua, el remanso de paz de cada tarde...
Algún prepotente, podrá decir que los nostálgicos son incapaces de avanzar...
Yo digo, que si no fuera por esos recuerdos, no avanzaríamos...
Conservo por ahí unos ejemplares de "Carlitos", que mi hijo leyó en su infancia...
Los guardo con cariño, porque yo..., también los leía...
Snoopy ha llegado a ser un icono universal...
Quizás ahora no esté a la altura que le corresponde...
Injustamente olvidado...
Esta tarde otoñal, que precede a la noche de Todos los Santos, y que se celebra el "madeinusa" halloween, quizá sea un buen momento para contemplar algún episodio de Chalie Brown, entre la multitud de películas de miedo que se verán esta noche...
Quizás sea un buen momento...
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