Pues sí, D. José Luis, parece que usted no va por la debida senda...
No ha elegido la vía adecuada...
El camino limpio...
Usted va por mal camino...
Y no sólo se lo digo yo, que, a fin de cuentas, soy ciudadano de a pie, todo lo más de autobús...
Se lo dicen sus colegas europeos, y hasta del otro lado del atlántico, de donde ha recibido ya algún que otro pescozón...
El Fondo Monetario Internacional, está de usted hasta el gorro...
Y claro, me parece que el grifo comienza a cerrarse, pero las vueltas de llave, (¡ah, claro, usted, en la Moncloa tendrá el último grito en sistemas de grifería...!), son cada vez más rápidas, y dadas con más mala leche cada día que pasa...
¡A lo mejor se cree usted que lo aprecian en Europa!
Pero, hombre, si sólo lo toleran por cortesía, porque es usted el jefe del ejecutivo español, y no les queda más remedio..., ya lo he dicho más de una vez...
El FMI le da de collejas cada día que amanece, y usted, resiste, resiste, y resiste...
Pues mire, todos sabemos que se está equivocando, a pesar de la pléyade de consejeros y otros paniaguados, bastantes de ellos con coche oficial..., que intentan asesorarlo..., y digo intentan, porque usted se los pasa por allí, y sigue con esa especie de personalismo neostalinista a lo mediterráneo...
¡Qué peligro tiene usted!
El FMI le sugiere que ponga fin al plan de ayudas y subvenciones, y que ya está bien de que buena parte de la población en paro se nutra de la sopa boba...
Que es necesaria una reforma laboral, pero desde la base, desde el último pelillo de los pies hasta la craneana pilosidad...
Siga paniaguando a los sindicatos, siga, que algún día le saldrán por peteneras, y eso será en cuanto a usted no le quede nada en las arcas estatales...
Y, ni estarán a su favor, ni a favor del ciudadano, ni de nadie, sino de ellos mismos...
Porque, sépalo, un sindicato, es la quintaesencia del egoísmo, el paradigma de cómo medrar sin dar golpe, y la protoimagen del oportunismo, y el desinterés por todo aquello que no vaya en su beneficio, no en beneficio de sus afiliados, sino del propio sindicato...
¡D. José Luis, vuélvase a sus quehaceres de antaño, en su, supongo, querida tierra leonesa, y déjese de historias...!
O gobierna en beneficio de la población, y con esto digo claramente, en beneficio de la población ESPAÑOLA, o convoque elecciones, que hasta el propio Sr. Rajoy se levantará de su siesta perpetua, para arrebatarle el báculo del poder...
Porque, el Sr. Rajoy, a poco que acierte, acertará más que usted...
A poco que gobierne, gobernará más y mejor que usted...
Y hasta puede que nos saque de la crisis con cierta facilidad, que, con usted, D. José Luis, se vislumbra una crisis eterna...
Sin principio ni fin...
Sin principio, porque jamás se supo, y usted menos que nadie, cuándo comenzó a hacer aguas el país...
Sin fin, porque cada día que pasa, la cosa está más negra y más negra...
En fin, D. José Luis, seamos serios, seamos consecuentes, y seamos honestos...
¡No pido nada...!
Me imagino que crecen olmos en León...
Pues váyase allí a pedirles peras, y deje tranquilo al resto del país...
Que en el momento en que usted ve a alguien por encima de la línea de flotación, corre a aplastarle la cabeza con el zapato, para que se hunda otra vez...
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