"El tren de la noche".
Ilustración de Mateo Lahoz.
"...puede que recuerdes. Desde la terraza se escuchaban
los aullidos de los trenes. Como animales nocturnos
al tomar la curva. Sabíamos distinguir muy bien
cuándo se trataba de un pesado mercancías,
o uno especial, que iba a cruzar la frontera,
o el de pasajeros, que dormiría unas estaciones más arriba,
para bajar muy temprano. En esas horas de sueño,
que nada era capaz de interrumpir.
Aullaban los trenes a la luna, enorme y dorada,
que llenaba el vacío de las noches de agosto.
Puede que recuerdes... Bajo la parra,
cargada de pesados racimos, cenábamos todos,
mientras la radio iba desgranando su menguado repertorio,
de palabras y música. Y algún pájaro cruzaba,
aleteo presuroso, en busca de un refugio seguro
donde, la cabeza bajo el ala, descansar de su vuelo.
- Seguro que era un mercancías, decía alguien,
por la hora que es...! Y nadie negaba o confirmaba.
Daba lo mismo...! Era uno más de esos trenes sin rostro,
que, al llegar a la curva, se iban deteniendo.
Para llegar más tranquilos a la vieja estación,
y rodar de nuevo hacia el norte, fin de trayecto.
Puede que recuerdes...!"
(Archivo: cuevadelcoco.
Ilustración de Mateo Lahoz).
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