"Vagones en las vías".
Arles, 1888.
Vincent van Gogh.
Quizá sea una obsesión, pero no importa.
Hace tiempo que pienso en un viaje en tren.
No un viaje cualquiera.
Oh, no!
No se trata de subir a uno de esos trenes legendarios,
y tratar de imaginar otros tiempos y otras situaciones.
Mi viaje podría ser una forma de aventura.
De aventura interior.
Viajar discretamente, llegar a una estación,
y apearme allí.
A cualquier hora del día o de la noche.
Recorder la ciudad, grande o pequeña,
y fotografiar rincones insospechados.
Esos detalles que pueden pasar inadvertidos,
dejando de lado las típicas fotografías de turista al uso.
Porque no me interesan.
Y reanudar mi viaje, o mi peregrinación.
Pueden ser las dos cosas.
Así, hasta sentir un día la necesidad de regresar.
Partir sin huir de nada,
volver sin más.
Sin fijar una fecha.
Y, acaso, otro día, otro tren y otros lugares.
(Archivo: cuevadelcoco).
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