viernes, 31 de julio de 2020

Julio se va...








Julio se va...

Quedará el ingrato recuerdo
de soles implacables,
de noches de insomnio,
y apenas, sí, apenas,
unos atisbos de lluvia...

Breve respiro al amanecer,
para sumirnos de nuevo
en la furia interminable
de las ardientes horas,
sin ninguna tregua...

Julio se va...














(Archivo: cuevadelcoco.
Imagen: mirarlookcuevadelcoco).



lunes, 27 de julio de 2020

Anna Ancher: La luz de un tiempo lejano.






























































Anne Archer.

18 de agosto de 1859 - 15 de abril de 1935.

Skagen, al Norte de Jutlandia, Dinamarca.

Asociada al grupo de pintores de Skagen.

Su obra, por preferencias de la artista,
se centra en interiores y temas sencillos del pueblo de Skagen,
cómo pescadores, mujeres y niños.

Preocupada por la interacción de la luz,
se la considera vinculada al movimiento impresionista.

He renunciado a colocar los títulos de sus obras,
lo mismo que a incluír comentarios.

Para que el espectador
no se sienta condicionado,
y disfrute de las pinturas de Ann Ancher,
sin ningún tipo de sugerencias
e intermediaciones.














(Archivo: lacuevadelcoco).

domingo, 26 de julio de 2020

26 de Julio: Santa Ana.







"Santa Ana enseñando a leer a la Virgen".
Bartolomé Esteban Murillo.



"Santa Ana, la Virgen y el Niño".
Leonardo da Vinci.



"La Sagrada Familia con Santa Ana".
Domenikós Theotócopouli, "el Greco".



"La educación de la Virgen".
(La Virgen, San Joaquín y Santa Ana".
Diego Velázquez.



"Santa Ana educando a la Virgen".
Francisco Pérez Sierra.



"Santa Ana, la Virgen y el Niño".
Vicente Requena, el Joven.



"Santa Ana, la Virgen y el Niño".
Roger van der Weyden.















(Archivo: cuevadelcoco).













jueves, 23 de julio de 2020

Una fuente en el camino...








Recuerdo muchas fuentes...

La que habia cerca de casa,
junto al monasterio.

En las tardes de verano,
al regresar,
después de haber recorrido 
orillas y caminos,
ofrecía, generosa,
un agua dulce y fresca,
que llegaba de algún manantial,
nacido en las montañas.

"Aquél hombre,
guardaba en su corazón
el recuerdo de todas las fuentes
dónde había bebido..."

Leí esto hace tiempo,
no sé quién lo escribió,
pero lo guardo en mi memoria.

De vez en cuando, reaparece,
y es un grato recuerdo.

Habrá más fuentes...














(Archivo: cuevadelcoco.

  • Imagen: mirarlookcuevadelcoco).













miércoles, 22 de julio de 2020

El alma de los árboles.








¿A dónde se va un árbol cuando muere...?
¿Habrá un lugar feliz, de eterno estío,
donde acunar sus ramas cada tarde,
posadas en los vientos más propicios...?














(Archivo: cuevadelcoco.
Imagen: mirarlookcuevadelcoco).









miércoles, 8 de julio de 2020

Poesía...cada día...







"Girasoles".
Vincent van Gogh.


Resplandeciente armonía

ebria de lumbre solar,

heliófago porfiar

de la superficie fría.

La sangre de todo el día

emana el nevado lino.

Hipnótico remolino,

espiral de terciopelo,

enamorado desvelo

de vegetal cristalino.














(Archivo: cuevadelcoco).

Tardes junto al río.







"El río de un verano".
Obra de Mateo Lahoz.


Aquel verano tuve un amigo.
Amigos, lo cierto es que tenía varios,
pero, yo no sé por qué,
me encontré sin ninguno.

Una tarde de principios de junio,
vino a casa con una caja llena de tebeos.
y, en mi cuarto, comenzamos a leer.

"¿Quieres que quedemos mañana...?", me preguntó.

Y al día siguiente, sobre las diez,
vino a buscarme.

Después del atracón de tebeos,
yo necesitaba un libro,
ese libro en el que iba por la mitad.

Él también llevaba uno.

Y nos fuimos a un lugar fresco y acogedor,
bajo los pinos de la avenida que daba al valle.
Las montañas, al norte, aún conservaban manchas de nieve.

Esa tarde, fui yo a su casa,
vivíamos cerca.

Y de allí, comenzamos la primera de las exploraciones
a lo largo del río, del más pequeño,
pródigo en ranas, de pececillos,
de pozas que parecían bañeras naturales,
llenas de agua tibia.

¡Junio...!

Todo un verano por delante...

¿De qué hablábamos...?

Recuerdo confusamente aquellas conversaciones,
intercambio de recuerdos,
de ilusiones y esperanzas...

El futuro aún se encontraba lejos.

Mientras, las aguas iban desvelando sus secretos:
Las charcas preferidas de las ranas,
los remansos habitados por los peces,
siempre nerviosos, siempre inquietos,
asustadizos y desconfiados

En algún lugar, junto a la orilla,
sentados en alguna piedra plana,
devorábamos nuestras meriendas.

La luz de la tarde se tornaba dorada.

Callábamos entonces,
contemplando el ocaso,
reflejado en el agua.

En cierta ocasión,
atrapamos una rana.

Nos miraba con sus ojos saltones,
asustada quizás.

Y la devolvimos al agua.

Luego, el regreso.

"¡Hasta mañana...!"

"¿Como siempre...?"

No hacía falta preguntarlo.

¡Las chicas...!
Alguna vez, hablábamos de ellas,
y callábamos...
Acaso un rostro
de quien ya dejaba de ser niña.
Una sonrisa leve.
Una mirada fugaz.
Pero, luego, pasaban al olvido.
La belleza de la tarde,
era mucho más cautivadora en ese momento...

Julio y agosto pasaran como un sueño,
un breve y dulce sueño.

 Las tormentas de septiembre,
seguidas de una lluvia fina y constante,
nos retenían en casa.

Después,
el inconfundible olor del otoño.

Sí, ese verano tuve un amigo...

¿Dónde estás ahora,
compañero de pequeñas aventuras,
tarde tras tarde...?

Te recuerdo,
y deseo que tu vida
haya sido y siga siendo feliz.













(Archivo: cuevadelcoco.
Imagen: Mateo Lahoz).