Colegio de Padres Escolapios.
Jaca.
Curso 1957-58.
Algunos ya os habéis ido...
Lo sé, porque las sombras
de extienden con rapidez...
Uno de vosotros,
partió en aquel diciembre,
oscuro y helador...
1957...!
No recuerdo tu nombre,
tampoco tu rostro...
Fuiste mi compañero de clase,
seguramente jugamos juntos...
Pero aquella Navidad,
ya no estabas...
En el verano de 1958,
una tarde calurosa de julio,
mi madre "me puso de domingo",
y me llevó a la catedral.
Tampoco supe quién eras...
Una cajita blanca,
apenas entrevista,
contenía tu cuerpecillo,
que no mucho tiempo atrás,
saltaba, corría, reía y gritaba,
en el patio de recreo,
barro en los días de lluvia.
Contemplo esta fotografía,
y...no te recuerdo...
Cuántos quedamos, de aquel curso...?
De los que alzásteis el vuelo,
bastantes años después,
sí tengo memoria...
Triste...como debía de ser...
En aquel patio, una mañana,
el fotógrafo atrapó un instante...
Sólo un grano de arena...
Luego, esos caminos,
inciertos e inseguros de la vida,
nos llevaron a su antojo
por rutas diferentes...
Alguna vez nos hemos encontrado,
compartiendo tiempos y cosas...
Y de nuevo,
el dolor de la separación
y de la pérdida...
Primeras y últimas sombras...!
(Archivo: cuevadelcoco).
Algunos ya os habéis ido...
Lo sé, porque las sombras
de extienden con rapidez...
Uno de vosotros,
partió en aquel diciembre,
oscuro y helador...
1957...!
No recuerdo tu nombre,
tampoco tu rostro...
Fuiste mi compañero de clase,
seguramente jugamos juntos...
Pero aquella Navidad,
ya no estabas...
En el verano de 1958,
una tarde calurosa de julio,
mi madre "me puso de domingo",
y me llevó a la catedral.
Tampoco supe quién eras...
Una cajita blanca,
apenas entrevista,
contenía tu cuerpecillo,
que no mucho tiempo atrás,
saltaba, corría, reía y gritaba,
en el patio de recreo,
barro en los días de lluvia.
Contemplo esta fotografía,
y...no te recuerdo...
Cuántos quedamos, de aquel curso...?
De los que alzásteis el vuelo,
bastantes años después,
sí tengo memoria...
Triste...como debía de ser...
En aquel patio, una mañana,
el fotógrafo atrapó un instante...
Sólo un grano de arena...
Luego, esos caminos,
inciertos e inseguros de la vida,
nos llevaron a su antojo
por rutas diferentes...
Alguna vez nos hemos encontrado,
compartiendo tiempos y cosas...
Y de nuevo,
el dolor de la separación
y de la pérdida...
Primeras y últimas sombras...!
(Archivo: cuevadelcoco).
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