"Noche de verano".
Edvard Münch.
La obra de Münch, ya me gustaba
en los albores de mi lejana juventud.
Me intrigaba su forma de pintar...
De resolver formas y volúmenes
con su característico estilo,
que otorgaba un carácter
intencionadamente sinuoso
a todas sus representaciones.
Mis quince y dieciséis años,
estuvieron llenos de descubrimientos.
Van Gogh, Turner, Monet,
Sorolla, Casas, Toulouse-Lautrec,
Klimt, Matisse...
Pero Münch...brillaba
con especial intensidad.
Me inquietaba su lado oscuro.
Y más que el tan "desgastado" "Grito",
su temática intimista,
que reflejaba el humano dolor,
y la impotencia ante la enfermedad y la muerte.
Esta "Noche de verano",
me llenaba de calma,
me devolvía la paz y el sosiego
al final de cada día.
Un tema aparentemente sencillo:
Münch, lo lleva mucho más allá,
lo convierte en paradigma
de nuestra propia soledad.
Cuántas veces me dormía
con esta imagen impresa en la retina!
Han pasado los años...
Y todavía puedo contemplar con emoción
las pinturas del artists escandinavo...
(Archivo: cuevadelcoco).
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