"Transito de la Virgen".
Andrea Mantegna.
"Tránsito de la Virgen".
Detalle.
Andrea Mantegna.
El Tránsito de María es un tema recurrente
en la última etapa del Renacimiento.
También de los pintores manieristas,
y, por supuesto, del Barroco.
Andrea Mantegna, autor del famoso y sobrecogedor escorzo
que representa a Cristo yacente,
nos legó su personalísima versión
de este momento, dolor y gozo a la vez,
en el que María se sume en un sueño
del que despertará ascendiendo a los Cielos.
La obra de Mantegna se basa en una escenografía severa,
colorista sólo en algún ropaje,
y en una estancia desde la que se observa
una cuidada perspectiva.
Composición exenta de teatralidad.
Todo parece transcurrir normalmente.
El tiempo se ha detenido,
y María, rodeada de los Apóstoles,
sumida ya en un dulce letargo,
quizás no es consciente de su glorioso destino.
Prefiero está visión de Mantegna
a la mayoría de representaciones,
por su humanidad, por su cercanía
y ausencia de elementos sobrenaturales
que aún no se han aparecido en escena.
La utilización de la perspectiva frontal,
confiere dimensiones reales al conjunto.
Es como una invitación al espectador
para que cruce en silencio y quedamente,
esa estancia, plena de misterio,
y comparta los mismos acontecimientos
que los Apóstoles contemplaron.
Y el cielo, azul profundo,
surcado por unas blanquísimas nubes,
sugiere y anticipa el Milagro.
(Archivo: cuevadelcoco).
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