En aquellos "libros de lectura",
de mis dulces años escolares,
se hallaban,
o podían hallarse,
muchas enseñanzas...
Recuerdo muy bien una décima,
dedicada a un diamante,
que hoy traslado
a esta nueva entrada...
"Puede una gota de lodo
sobre un diamante caer.
Puede también, de este modo,
su fulgor oscurecer...
Mas, aunque el diamante todo
se encuentre de fango lleno,
el fulgor, que lo hace bueno,
no perderá ni un instante.
Y será siempre diamante,
por más que lo manche el cieno."
La verdad es como el diamante...
Y no nos damos cuenta...
Ya se la disfrace,
ya se pinte de negro,
o bien, se intente ocultar
entre adornadas
y distorsionadas frases,
su brillo, pese a quien pese,
nos deslumbrará al final...
Nuestros políticos lo saben,
y, en el fondo,
es un hecho al que temen...
¿Transparencia...?
Una utopía...
(Archivo: cuevadelcoco).
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