miércoles, 4 de junio de 2014

...las espigas de oro...



...sí..., ya van granando...

...y es grato contemplar el balanceo de los trigales,
en una tarde de mayo,
cuando la suave brisa los roza con sus dedos...

...no ha pasado tanto tiempo
desde que estos campos 
mostraban sólo su color pardo...

...hemos visto crecer los tallos tiernos,
cómo se alzaban a los cielos día tras día...

...y ahora,
caminan hacia la madurez,
y pronto...,
la cosecha...

...es la eterna rueda...,
que gira incansable...









(Imagen: mirarlook/cuevadelcoco).

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