Ha pasado el tiempo...
Pero no he olvidado
aquella mañana del Domingo de Ramos de 1963,
aquella mañana del Domingo de Ramos de 1963,
en el patio del Colegio...
El Rector, bendijo las ramas de olivo,
y nos entregó una a cada uno
de los alumnos...
Luego, salimos a la calle
por la puerta del patio de recreo,
y entramos en la iglesia del Colegio,
cantando:
"...pueri hebreorum ,
portantes ramos olivarum..."
"...clamantes
et dicentes..."
"...clamantes
et dicentes..."
"...hosanna filio David ,
benedictus qui venit
in nomine Domini..."
Esas ramas de olivo,
nos hacían compañía el resto del año...
Sobre el reloj de pared,
en la esquina de un cuadro...
Allí permanecían,
como recuerdo de un día dichoso,
pleno de luz...
(Archivo: cuevadelcoco).
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