¡Buenas noches, D. Mariano!
Seguramente está usted en estos momentos que no cabe en su propio epitelio, tras la hazaña que se acaba de marcar con sus socios y colegas de la UE...
Pero, mire usted, Yo, simple ciudadano, aunque no simple de simpleza, le voy a decir que lo que usted pretende es hacernos comulgar con ruedas de molino...
Porque eso del préstamo, no se lo traga nadie...
Huele a rescate, y... es un rescate...
Que usted quiere dorarnos la píldora, para que no nos sepa tan amarga, pues muy bien...
¡Vamos, D. Mariano, que mentir está muy feo...!
¡Y a sus años, y con lo serio que parece...!
Cien mil millones, son muchos, muchísimos millones...
Y un préstamo así, no se cosigue tan fácil...
Así, que, dejémoslo en rescate...
Otra cuestión...
¿Será otra vez la banca quien se beneficie del préstamo-rescate...?
Por lo visto, así será...
Y los autónomos, y las pequeñas y medianas empresas, que, repito una vez más, son la columna vertebral de la economía del país...¿qué van a recibir?
¿Nada, como siempre...?
¡Ay, D. Mariano, que no lo veo mucho tiempo ocupando ese despacho...!
Creo que ha metido la pata...
Y es muy pronto para meteduras de este calibre...
Ha vuelto usted de sus andanzas europeas, pletórico de satisfacción...
Bueno, me parece muy bien...
Pero diga la verdad, hombre, diga la verdad, que no nos lo vamos a comer...
¡Vaya, vaya...!
Así que préstamo...
Ya...
Sea lo que sea, usted sigue demostrando que no tiene agallas para que ese dinero vaya a donde tiene que ir...
Es decir, a quienes lo necesitan de verdad...
Y así, el número de parados irá en aumento, las pymes seguirán cerrando, y la banca se llenará los bolsillos una vez más...
¡Tristeza de país...!
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