Carlos Marx, que se pasó la vida en una biblioteca pública, elaborando su doctrina, no cabe duda de que lo hacía con buena intención, teniendo en cuenta que la sociedad de su época, ya mostraba señales claras y precisas de insostenibilidad.
Desigualdad, injusticias, empobrecimiento de la clase obrera, sin esperanzas de alcanzar un nivel de vida digno y humanizado, motivaron a Marx, además de otras circunstancias, a sacar sus ideas a la luz, con el fin de "conmover" a los estamentos conservadores, de lanzar una llamada de atención, hacia esa gran mayoría desfavorecida, es decir, el proletariado, que aparece con la Revolución Industrial.
El socialismo, se concibe, desde sus inicios, como una ideología, que, no trata de "interpretar" la sociedad burguesa, sino de transformarla radicalmente.
Su intención primordial es permanecer en un constante proceso de mutación y recapacitación, según van evolucionando las condiciones sociales frente a las que responde.
Sería, pues, una actitud en "movimiento perpetuo", de clara oposición a cuantos desfases sociales se fueran presentando.
El problema, era la carencia de una unificación de criterios.
Carlos Marx, con la publicación del "Manifiesto Comunista", en el año 1848, realizó una aportación decisiva al movimiento obrero, infundiéndole la seguridad teórica que necesitaba.
¡Qué duda cabe, de que cuantas consecuciones se vienen disfrutando en la actualidad, son fruto de esa lucha permanente, de ese "ideario" que cambió la visión del mundo...!
Marx, produjo una síntesis increíblemente certera, entre el socialismo, la historiografía francesa, la economía política inglesa, y la filosofía alemana.
Accede, de manera rotunda y contundente a una concepción materialista de la Historia, "invirtiendo" los contenidos idealistas de Hegel.
La Historia, desde ese momento, se interpretará de otra manera...
Y no sólo la Historia, sino el toda manifestación artística, literaria, filosófica, política...
La economía, será el eje, es el eje, sobre el que gire cualquier explicación de cualquier actividad humana.
El Socialismo, me merece todos los respetos.
Los logros sociales, se deben a él.
Todos.
El conservadurismo, no ha sido capaz de aportar prácticamente nada, en materia de mejoras socioeconómicas.
El Socialismo, sí.
Y ahora, me pregunto: ¿El Partido Socialista Obrero Español, desde su llegado al poder en el otoño de 1982,
y salvando el lapsus 1996-2004, ha sido fiel a estos principios e intencionalidades ya citados...?
Pues no. Rotundamente no. Absolutamente no. Decididamente no.
Cabe reflexionar sobre si el socialismo español, estaba y está, o lo ha estado alguna vez, en condiciones de gobernar.
Respuesta: NO.
Todo partido que accede al poder, y el PSOE lo hizo con mayoría absoluta, en los comienzos de su legislatura,
tiende a presentarse como un ente cristalino.
Lo malo es que la opacidad, las sombras, van destruyendo esa imagen.
Recordemos, si somos capaces, de cuantas corruptelas, corrupciones, escándalos, malversaciones, despilfarros..., han salido a la luz...
Recordemos, sí, si somos capaces...
Porque, este país, en cuanto a memoria histórica..., nada de nada...
La memoria histórica, se usa para saber dónde está enterrado el pobre abuelo de turno, que fue fusilado Dios sabe dónde, tanto por unos como por otros...
Esto no es memoria histórica, de ninguna manera...
Es revanchismo, deseos de desunión y fomento de enfrentamientos...
La MEMORIA HISTÓRICA, consiste, ante todo, en asegurarnos de a quíén otorgamos nuestro voto, para que no se repitan hechos tan lamentables, como la actual situación española, con una crisis galopante, a la que, quien gobierne en la próxima legislatura, habra de extirparla de la manera que sea, aunque ello sea contraproducente a la hora de unas nuevas elecciones.
Aunque, en principio, parezca impopular...
Aunque se levanten voces en contra..., que serán voces empapadas hasta los tuétanos de la inmundicia de la corrupción, el favoritismo y la codicia, a través del desempeño de un cargo público...
¿Qué queda del histórico socialismo español..., qué queda de aquella lucha de clases, encabeza por líderes de indiscutible renombre e incuestionable honradez...?
Nada, absolutamente nada...
Cennizas..., esparcidas por el paso del tiempo...
Del Partido Socialista Obrero Español, que abjuró en día, que apostató en su día del marxismo, ¿qué ha quedado...?
Un logotipo, un trasnochado logotipo con un puño y una rosa...
Nada más...
Pensemos, ahora que estamos a los puertas de las Elecciones Autonómicas, pensemos, digo, en lo que vamos a hacer y a quién damos el voto de confianza...
Ya no vale aquello de "es mejor malo conocido..."
No, lo que vale es la renovación, venga de donde venga.
España necesita aire fresco.
Démosle, démonos, una vivificante corriente de aire nuevo...
Abramos puertas y ventanas, y dejemos que los virus de la inoperancia, de la indecisión, de la imprevisión, de la cobardía, de la incapacidad, se desintegran con un viento de esperanza, con los beneficiosos rayos de sol, de un sol que brille igual para todos...
Y que revivifique este país, tan maltrecho, tan digno de lástima, tan consumido por el desgobierno y la nefasta gestión de estos útimos ocho años...
!Que así sea...!
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