Agosto...
Con sus más y sus menos...
Días ardientes,
y bajada estrepitosa de la temperatura...
A más de cuarenta grados,
y a menos de treinta...
Los trigales se tornaron dorados.
Luego, llegó la siega.
Los rastrojos marcan líneas
que huyen hacia la lejanía.
Y agosto se va...!
Eternos inconformistas,
nos quejamos de todo.
Del calor y del frío.
Llegará septiembre,
mes amable,
que saborea las sobras
del banquete estival,
y también degusta los inicios
de la nueva estación.
Y comenzará, lo queramos o no,
el eterno e incansable ciclo...
(Archivo: cuevadelcoco.
Imagen: mirarlookcuevadelcoco).